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miércoles, 28 de septiembre de 2011

LOS PSICÓPATAS COMO UN TIPO DE SER HUMANO APARTE


Algunos expertos como Hare o Meloy han llegado a afirmar que los Psicópatas tienen un "software", o sea una configuración o programación de nacimiento, distinta al resto de personas.
Su vida emocional es muy pobre, de hecho se puede hablar de proto-emociones o emociones primitivas. Como CLECKLEY subrayó, «la vejación, el rencor, los flashes rápidos y lábiles de cuasi-afección, el
resentimiento malhumorado, los humores superficiales de autocompasión, actitudes infantiles de vanidad y posturas absurdas y teatrales de indignación son todos los sentimientos incluidos en su escala emocional». Pero su repertorio emocional no incluye «madurez, ira sincera, indignación verdadera o consistente, honestidad, dolor sólido, orgullo sostenible, alegría profunda y desesperación genuina…»

Sus estados afectivos son dramáticos, superficiales, de breve duración y despreciables, más que profundamente sentidos y maduros.
Si como se ha sugerido desde el Psicoanálisis, desde la Psicología Evolutiva y desde la Neurobiología los psicópatas tienen un cerebro reptiliano (confeccionado con las “armas” neurobiológicas y psicofisiológicas básicas para la supervivencia), como ya estableciera el doctor JOHN REID MELOY en su espléndido libro de 1988 (ThePsychopathic Mind -La Mente Psicopática-), entonces el Psicópata ha aprendido a imitar los sentimientos para poder camuflarse entre el resto de humanos sin levantar sospechas.

La dra. Martha Stout en su espléndido libro "The Sociopath next door - the ruthless vs the rest of us" (el Sociópata de la puerta de al lado - los implacables contra el resto de nosotros) lo explica de forma magistral:
Estas personas carecen de algo que los hace muy diferentes a nosotros, casi un grupo de seres aparte; carecen de CONCIENCIA.....y para el resto de personas que si tenemos conciencia es imposible siquiera llegar a imaginar cómo son.


Daniel Pérez

¿LA PSICOPATÍA TIENE CURA?

En realidad, el Psicópata no padece ningún trastorno que haya que curar.
Si hay que hablar desde la experiencia de la mayoría de psicólogos que han tratado con las personalidades de las que hablamos, la respuesta es NO.
Hay que añafir que los Psicópatas rara vez buscan ayuda, simplemente porqué no les pasa nada malo, para ellos, son las circunstancias y las otras personas las que le causan problemas. Normalmente, solo acuden a la consulta de un psicólogo cuando se meten en problemas o por imperativo legal.
Esta pregunta se puede responder desde varios puntos de vista. Algunos expertos hablan de Psicópatas primarios y secundarios, siendo los primeros más puros o graves (más "de nacimiento" por decirlo de algún modo) y los segundos más leves (más reactivos, creados por el ambiente y las vicisitudes vitales). En este caso algún autor postula que los Psicópatas secundarios tienen posibilidades de mejorar su carácter con terapia. La Psicopatía es una cuestión de "grado", las personas cuya Psicopatía sea menos virulenta pueden aún retener algunos sentimientos de malestar que les hagan plantearse cambiar.

Otro aspecto a destacar es que, para que una persona quiera curarse, primero tiene que sentirse enfermo o sentirse mal, y este no es el caso en absoluto.
Por último, es difícil cambiar una forma de ser que ha cristalizado, mucho más árdua es la tarea cuando la persona en cuestión no siente que tenga que cambiar nada. Si hay alguna terapia que puede curar la Psicopatía, cosa que no ha de considerarse imposible, se va a topar con un obstáculo insalvable: el Psicópata no quiere curarse ni cambiar.

De hecho muchos psicólogos son engañados por Psicópatas continuamente, presentándose a si mismos como víctimas o sufridores para conseguir alguna ventaja.

Tampoco está claro que estas personas sean enfermas, de hecho hay distintas versiones entre los estudiosos del tema, ¿és la Psicopatía un trastorno?, ¿és una categoria moral? ¿o és simplemente un constructo que alguien inventó para describir a un cierto tipo de delincuente?......dejamos estos interrogantes a su propia elección....
En resumen, el Psicópata es así y es así porque quiere....rotundamente es una persona libre, desde el punto de vista legal, es cuerdo y sabe lo que hace.


Daniel Pérez

PREVALENCIA Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Hay distintos expertos que manejan distintas cifras de la incidencia de esta forma de ser anormal entre la población. También parece haber diferencias entre hombres y mujeres. Yo estoy de acuerdo con Dra. Martha Stout que afirma que en las sociedades occidentales, cerca de un 4% de la población es sociópata (que es el término que ella utiliza como sinónimo de psicópata). Esta cifra es, cuando menos inquietante, por no decir francamente alarmante.
Aunque entre las mujeres el número de Psicópatas violentas es mucho menor, debido probablemente a razones tanto biológicas como culturales, eso no significa que el número de ellas sea inferior...de hecho, las mujeres utilizan mucho más la manipulación y la violencia psicológica. Además, estoy convencido de que son menos detectadas, y cuando lo son, reciben la etiqueta de histriónicas o límites.

Entre los trastornos de personalidad y enfermedades mentales que comparten algunos de los síntomas o rasgos con la Psicopatía, podemos hacer 3 grupos:

Delincuentes comúnes - personas que viven en una cultura de la violencia o hacen de ella un modus vivendi, pero no por ello han de ser psicópatas.

Enfermos mentales o personas con lesiones cerebrales - algunas personas con lesiones frontales orbitales bilaterales pueden tener un síndrome pseudo-psicopático. Algunas personas con Psicosis pueden compartir ciertos rasgos pero son claramente distintos en general al Psicópata, que no tiene ningún signo de pensamiento irracional ni ilusiones o delirios.

Otros desordenes de la Personalidad - por ejemplo el desorden de Apego (personas que han sufrido un desamparo afectivo en la niñez temprana) o los siguientes trastornos:

La Psicopatía comparte muchos rasgos con los trastornos, Narcisista, Histriónico, Borderline o Límite y Antisocial, pero como veremos a continuación, también diferencias.
Rasgos del trastorno Histrónico de la personalidad
Incomodidad en las situaciones donde no son el centro de atención.
· Su comportamiento es sexualmente seductor o provocador, de manera inapropiada.
· Las emociones se expresan de manera cambiante y superficial, y éstas son exageradas, teatrales
y dramáticas.
· Utilizan el aspecto físico para llamar la atención, por ejemplo, con sus ropas, maquillajes o
peinados, y este punto les importa mucho.
· Se dejan influir por los demás y se sugestionan fácilmente.
· Creen que sus relaciones son más íntimas de lo que son en realidad.
· El lenguaje utilizado es muy subjetivo, llamativo y carente de matices y detalles.
Rasgos del trastorno Narcisista de la personalidad
tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status. exige una admiración excesiva.
es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
carece de empatia: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
Rasgos del trastorno Antisocial de la personalidad
Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica
al perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención.
Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un
beneficio personal o por placer.
Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.
Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.
Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de
hacerse cargo de obligaciones económicas.
Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación de haber dañado, maltratado o
robado a otros.
Afectividad defectuosa (por ejemplo, la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional).
Rasgos del trastorno Límite de la personalidad
Miedo de ser abandonado
Sentimientos de vacío y aburrimiento
Manifestaciones frecuentes de ira inapropiada
Impulsividad con el dinero, el consumo de sustancias, las relaciones sexuales, el apetito desenfrenado y el hurto en tiendas
Intolerancia a la soledad
Crisis repetitivas y actos de lesionarse a sí mismo, como hacerse cortes en las muñecas o tomar sobredosis
******
El Psicópata carece de episodios de depresión profunda, somatizaciones o miedos. Tampoco necesitan ser admirados ni llamar la atención, aunque puede parecerlo si les conviene. Tampoco sienten dependencia de nadie. Por lo tanto, y a pesar de que siempre pueden solaparse diferentes trastornos, el diagnóstico diferencial es posible.


Daniel Pérez

¿MALOS O LOCOS?

Aunque como veremos en otro capítulo, se han encontrado algunos indicios de que hay algo ligeramente distinto en la estructura y las funciones del cerebro de estos individuos, lo cierto es que no son suficientes todavía para explicar todos los rasgos que componen estas personalidades "anormales". Por otro lado, para los defensores de las teorías sociológicas, aunque sin duda las experiencias infantiles, el ambiente y el estilo de crianza familiar son muy importantes, la verdad es que hay muchos sociopatas o psicópatas que han desarrollado esta forma de ser a pesar de haber recibido un afecto y educación normales.
En cuanto a las influencias intrapsíquicas, por lo que se puede inferir hasta ahora, no parece que los Psicópatas padezcan por su forma de ser ni que se vean movidos por impulsos irresistibles ni traumas psicológicos, por no decir que su vida interior es bastante árida, poco profunda, casi inexistente.

En resumen, la Psicopatía como forma de ser, aunque "anormal", no es una enfermedad mental. Estos personajes hacen lo que hacen porque quieren hacerlo y se sienten bien...están más cerca de la maldad que de alguna patología.

A diferencia de las Psicosis, que son enfermedades mentales graves que causan delirios, pérdida del contacto con la realidad e ideas y comportamientos inusuales (por ejemplo, esquizofrenia, psicosis paranoíde, trastorno bipolar en una fase de descompensación, etc...), los Psicópatas son personas perfectamente normales, que razonan bien y entienden perfectamente la diferencia entre el bien y el mal, sin perder nunca el contacto con la realidad.


Daniel Pérez

PSICÓPATAS DELINCUENTES VS INTEGRADOS

La principal diferencia entre los Psicópatas criminales y los no criminales o integrados es una: los primeros cometen actos criminales o delictivos. Sin embargo la estructura de personalidad, sobre todo los rasgos afectivos del síndrome, tales como: insensibilidad, carencia de afectos, narcisismo y egocentrismo, falta de culpa y remordimientos, superficialidad, falta de empatía y mentira patológica se dan en ambos tipos, tal y como se muestra en el suguiente esquema sobre los rasgos centrales de la Psicopatía:.

PERSONALIDAD Y RELACIONES INTERPERSONALES
1. Locuacidad y encanto superficial.
2. Sentido de autovaloración grandilocuente.
3. Mentira patológica.
4. Estafador-engañador y manipulador.

EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
5. Afecto superficial.
6. Insensibilidad, crueldad y falta de empatía.
7. Ausencia de remordimientos y de sentimientos de
culpabilidad.
8. Incapacidad para aceptar la responsabilidad de
sus actos.

Por cierto, en el caso del TAP, Trastorno Antisocial de la Personalidad que muchan gente equipara de forma errónea a la Psicopatía y que más de la mitad de la población reclusa en prisión padece, los rasgos antisociales, agresivos e impulsivos son más importantes que los rasgos centrales de la Psicopatía, que como acabamos de decir, son los rasgos afectivos e interpersonales.
Recordemos además, que hay delincuentes muy violentos y crueles pero que de algún modo pueden conservar afectos y valores en otros ámbitos de su vida, por ejemplo, un criminal puede ser cruel en sus actividades en el submundo criminal pero ser capaz de arrepentirse sinceramente, mantener vínculos afectivos con ciertas personas o ciertos "principios", como lealtad a sus colegas. En el caso del Psicópata no es así.
Para acabar este capítulo, cabe señalar, que muchos Psicópatas integrados tienen éxito social y se encuentran en la política, la medicina, el mundo artístico y empresarial, etc...sin llegar casi nunca a tener problemas graves con la ley.


Daniel Pérez

HISTORIA DEL CONCEPTO DE PSICOPATÍA




Ya en 1809 el psiquiatra francés Philipe Pinel acuñó el término manie sans délire (manía sin delirio) para describir un trastorno mental de
naturaleza básicamente emocional, caracterizado por la ausencia completa de restricciones en la conducta y por una falta de remordimientos.
En 1835 en Inglaterra, el psiquiatra JAMES C. PRICHARD (1835) introdujo el concepto de moral insanity (locura moral) para referirse a la alteración mórbida de los sentimientos e impulsos naturales sin un deterioro intelectual o de razonamiento, destacando sobre todo la ausencia de ilusiones o alucinaciones.
La locura moral aparece así como una variedad distinta a otras patologías mentales, caracterizada fundamentalmente por la antisocialidad.

Uno de los discípulos del prestigioso psiquiatra alemán KRAEPELIN, el también psiquiatra KURT SCHNEIDER (1923) describió las personalidades psicopáticas como aquellas personalidades anormales que sufren por su anormalidad, o cuya anormalidad causa sufrimiento a la sociedad. Destacó que este tipo de individuos se caracterizan por una vida emocional poco intensa, y carecen de vergüenza, decencia, remordimiento y conciencia. También señaló que estos individuos son descorteses, fríos e irritables, y muy violentos cuando cometen crímenes; conocen y entienden el código moral social, pero son indiferentes hacia él. Además, este autor propuso la existencia de diez subtipos de psicópatas, caracterizando y designando a cada uno de ellos según sus rasgos más prominentes; es ostensible el paralelismo existente entre estos diez subtipos de psicópatas y los diez tipos de trastornos de la personalidad actual amparados por la APA (Los trastornos de la personalidad oficiales en la actualidad según el manual de la Asociación Psiquiátrica Americana).

Los dos grandes definidores del concepto de la psicopatía fueron, por un lado, el psiquiatra norteamericano HERVEY CLECKLEY que se ha convertido en el
principal referente para los estudiosos de la psicopatía. En su ya clásica monografía The Mask of Sanity (La Máscara de la Cordura), publicada por primera vez en 1941, CLECKLEY realizó la primera descripción comprehensiva del psicópata prototípico, intentando clarificar el problema de las terminologías y contrarrestar
la tendencia a incluir bajo el rótulo de psicopatía trastornos muy diferentes. Sus psicópatas “clínicos” lo eran porque recibía a estos sujetos en su propia clínica psiquiátrica, donde desempeñaba su profesión.
A diferencia de otras posturas anteriores, CLECKLEY (1976) consideraba que la psicopatía es un trastorno grave -más peligroso incluso que la psicosis- debido a su apariencia externa de normalidad. En su opinión, el comportamiento antisocial de los psicópatas es sólo una de las posibles manifestaciones de un síndrome clínico
más amplio, cuyo núcleo está representado por una serie de características distintivas a nivel emocional e interpersonal. Así, CLECKLEY describió al psicópata como un individuo de trato social aparentemente agradable pero altamente asocial, agresivo e impulsivo; superficial emocionalmente; incapaz de sentir culpa y de
aprender de la experiencia, así como de establecer lazos de afecto duradero con otras personas. Asimismo, este autor acentuó la extraordinaria habilidad del psicópata para mentir y manipular a los demás cuando da explicaciones sobre su conducta pasada o cuando formula propósitos acerca de su conducta futura.

El doctor ROBERT D. HARE, director del HARE’s Lab (Laboratorio HARE) y profesor emérito de Psicofisiología y Cerebro en la Facultad de Psicología de la Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), es uno de los expertos más destacados a nivel internacional en el estudio de la psicopatía, no sólo por haber creado un
instrumento fiable y válido para evaluar la psicopatía en contextos penitenciarios, sino también por la gran cantidad de evidencia empírica que ha aportado a través de un innumerable conjunto de investigaciones en torno a este tema.
La definición del psicópata de HARE, que retoma las características señaladas por CLECKLEY, corresponde a un individuo locuaz, arrogante, insensible, dominante, superficial, egocéntrico, falso y manipulador.

Según HARE (1999a), los psicópatas utilizan el encanto, la manipulación, el engaño, la intimidación y la violencia para controlar a otros y satisfacer sus propias necesidades egoístas; carecen de conciencia y de sentimientos hacia los demás, con sangre fría cogen lo que quieren y hacen lo que les apetece, violando las
normas sociales y expectativas sociales sin, el más leve remordimiento ni sentimientos de culpa o vergüenza. En este sentido, lo que destaca en el psicópata es la ausencia de las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad. Así, se puede afirmar que los psicópatas carecen notoriamente de empatía en
las relaciones interpersonales, es decir, son incapaces de comprender el estado emocional de otras personas, fallando entonces en la actitud de entendimiento y aceptación del otro, cualidades que actuarían como amortiguadores de la crueldad. No conocen la lealtad con nadie, sea con individuos, grupos o instituciones, ya
que sólo se mueven por su propio interés. La necesidad de estímulo los lleva a correr grandes riesgos de forma no planificada e irresponsable, sin importarles las consecuencias dañinas de su conducta sobre otras personas.
Todo esto configura un estilo de vida caracterizado por la impulsividad, el nomadismo, la inestabilidad, el oportunismo y la irresponsabilidad.


Daniel Pérez