¿Cuál es la diferencia principal entre los Psicópatas criminales y los Psicópatas adaptados a la sociedad que no acaban en prisión?
La respuesta es muy sencilla. Los primeros cometen delitos graves, los segundos, no.
Veamos, cuáles son las características principales del Psicópata criminal. Son delicuentes multireincidentes, incorregibles, versátiles. Sus delitos son de lo más variado, dependiendo de sus capacidades y su ambiente social. Desde matones, traficantes de droga, mafiosos y delincuentes comunes...pasando por impostores, estafadores, ladrones de guante blanco y artistas del fraude...hasta asesinos a sueldo, y en casos extremos, violadores y asesinos en serie (por cierto, en estos dos últimos casos, la Psicopatía está presente aproximadamente en el 50% y 90% de los sujetos respectivamente. ).
Se estima que quizá el 15% de la población carcelaria son Psicópatas, teniendo en cuenta que quizá el 2 o 3% de la población en España tiene una personalidad psicopática en mayor o menor grado (haciendo una estimación conservadora, en mi opinión), se observa que estas personas por su propia manera de ser, tienen muchas más posibilidades de acabar cometiendo algún delito punible.
Esta característica no debe extrañarnos, ya que parte de su forma de ser involucra una falta de preocupación insólita por los demás y un gusto especial por pisotear los derechos ajenos...sin sentir ningún cargo de conciencia por ello.
Vale la pena destacar que el diagnóstico de TAP, Trastorno Antisocial de la Personalidad, que muchos equiparan a la Psicopatía, es un constructo distinto. Mientras que en la Psicopatía, los rasgos cruciales del síndrome son de tipo afectivo (insensibilidad, narcisismo, pobreza emocional, etc...), en el TAP pesan más los rasgo conductuales (hostilidad, impulsividad, conductas antisociales, etc...). De hecho, quizá el 40% de la población reclusa cumple los criterios diagnósticos del TAP, pero no todos son Psicópatas, ya que algunos delincientes muy violentos, pueden aún retener sentimientos de lealtad hacia sus colegas, principios de honor propios de su submundo criminal, sentimientos de culpa o incluso vínculos afectivos por alguna persona. Esto no sucede en el Psicópata (sea criminal o no), que no tiene valores ni vínculos con nadie, mucho menos sufre ningún tipo de pesar por los demás.
¿Qué es lo que hace que algunos cometan delitos y otros no?
Hay varias explicaciones. Muchos Psicópatas quizá no entren en problemas graves con la ley, pero no por ello dejan de hacer la vida difícil a los demás, pero eso si, se las arreglan para no entrar en contacto con la ley, o bien para operar en el límite, en la zona gris entre lo legal e ilegal.
Algunos llevan una doble vida, una fachada externa de ciudadanos/as respetuosos y honrados, y una vida oculta, que solo ven unos pocos, en la que dan rienda suelta a sus inclinaciones.
Si alguna vez se deciden a cometer un delito o agresión grave, lo hacen de forma premeditada, con total conocimiento y a sangre fría...
Un buen porcentaje, se encuentran en la clase empresarial, política, etc...lo que les permite disfrutar de bastante impunidad.
Un buen porcentaje, se encuentran en la clase empresarial, política, etc...lo que les permite disfrutar de bastante impunidad.
Pero quizá tres razones cruciales sean las siguientes:
-La Psicopatía es una cuestión de grado, los hay "más o menos" Psicópatas.
-La influencia de la educación y el ambiente social.
-Y el más importante: El Psicópata integrado tiene mayor capacidad de controlar sus impulsos y sus actos, es más hábil engañando a su entorno y puede manipular a los demás de forma más efectiva.
Repetimos, tanto el Psicópata criminal como el integrado entre nosotros (muchisimo más numeroso) tienen los mismos rasgos centrales: falta de empatía, egocentrismo, insensibilidad y narcisismo.
Para finalizar, añado unas palabras de la psicóloga Concepción Aroca que definen de forma magistral al Psicópata tanto criminal como integrado:
El psicópata cree estar por encima del resto de las personas. "Sólo las utiliza si necesita algo de ellas y cuando no lo encuentra pierde incluso la conciencia de que esas personas existen".
La psicopatía, afirma esta psicóloga, "es el más grave de los trastornos de personalidad y el que más cuesta de admitir porque duele aceptar que un ser humano pueda hacer tanto daño sin padecer ninguna enfermedad mental". El psicópata, al contrario de lo que ocurre con los esquizofrénicos o psicóticos "diferencia el bien del mal, lo real de lo irreal y no tiene alucinaciones ni trastornos psicopatológicos que le alejen de la realidad. Sabe lo que hace y es plenamente consciente de ello"
Daniel Pérez