Aunque los psicópatas serán siempre los sujetos más peligrosos para los demás, en ciertas condiciones, sociales o ambientales, los fanáticos pueden ser incluso más correosos y pesados que los narcisistas y psicópatas.
Hay muchas diferencias entre psicópatas y fanáticos, la principal es que el primero es un oportunista, un caradura, es camaleónico (se adapta al ambiente de la forma que más le conviene)....además, es una persona malintencionada. Las personas que se le oponen deben ser destruidas porque se meten en medio entre él y sus objetivos, no es nada personal.
Por contra, el fanático es una persona rígida, no "cambia de chaqueta" según le conviene, es fiel,
con ideales y sentimientos por los demás (los de su propio grupo), actúa en ocasiones por motivos que considera nobles,....pero puede ser peligroso porque las personas que piensan de forma opuesta son considerados como malos, ignorantes, viles y por tanto, enemigos que deben ser destruidos porque amenazan la puritana y paranoica visión del mundo del fanático, que dicho sea de paso, le da sentido a su vida, sin su cruzada personal, es un persona mediocre (o la menos, así se percibe a si misma, sea o no consciente de ello).
Hay muchos psicópatas en el poder, cierto, pero también los hay en todos los estratos de la sociedad. El psicópata de las altas esferas puede parecer un fanático, pero solo porque le conviene. No hace falta nombrar a los muchos dictadores y tiranos a lo largo de la historia, cuando el psicópata llega a lo más alto, su destrucción no tiene límites.
El psicópata es un megalómano.
El fanático es incapaz de comprender un opinión o una postura contraria a la suya, o aunque la entiende intelectualmente, la rechaza como la peste, el fanático no es tan duro como el psicópata, es su pertenencia al grupo que comparte sus ideales, lo que le hace sentirse fuerte.
En la Alemania nazi, no todos los que torturaban y mataban eran psicópatas o sádicos, aunque muchos, especialmente entre los mandos, si lo eran. Otros, eran fanáticos, muchos de ellos lo eran porque sufrieron un lavado de cerebro muy efectivo, de tal forma que aunque eran "buena gente" que quería a su familia y a su país, cuando "trabajaban" en someter y exterminar a sus víctimas, no las percibían como seres humanos, o al menos, no como seres dignos, si no como a monstruos que había que exterminar por el bien de los suyos. Eso, naturalmente, no les quita responsabilidad, solo explica que todo el mundo puede llegar a ser un extremista intolerante.
En otras palabras, tanto los psicópatas como los fanáticos pueden ser peligrosos en los casos extremos, pero los psicópatas consideran a los demás como "pardillos", "pringaos" o "tontos"...incluso como "cosas" que están ahí para ser utilizados, o sea, es "la ley de la jungla" y el más listo es el que sobrevive, sin apasionamiento, es una cuestión de supervivencia.
Si alguna vez se muestran indignados o emocionados, es solo un poco de dramatismo barato, un exageración de lo que realmente sienten.
Si necesita apoyos, contará tantas mentiras como sea necesario.
Los fanáticos, para ser peligrosos han tenido que pasar por un proceso de auto-lavado de cerebro, o de adoctrinamiento (un buen ejemplo lo vemos en los terroristas que usan el Islam como excusa). Los fanáticos necesitan a un enemigo que de sentido a su existencia, actúan movidos por emociones muy básicas y muy fuertes. Parecen vivir dentro un arrebato sentimental descomunal....por motivos que a los demás no nos parecen tan importantes. Cuando adquieren cierto poder, suelen apelar al Populismo para conseguir más seguidores a su causa.
El psicópata siempre puede dejarte en paz si la alternativa la percibe como más ventajosa para él...en cambio, el fanático quiere convencerte de que su opinión o su causa es mejor que la tuya porque así lo cree de verdad...el psicópata solo quiere convencerte para sacar algo de ti, pero si saca más teniéndote de rival, también le sirve.
Muy a menudo, ambos tipos de persona no aceptan bromas, carecen de sentido del humor, pero si les gusta criticar a los demás.
En la foto que ilustra este artículo, aprovechando el proceso independentista en el que está inmersa gran parte de la sociedad catalana, tenemos uno buen ejemplo, por un lado el gobierno central quiere aplastar toda oposición usando la ley, mientras decenas de sus miembros están imputados en casos de corrupción, En el otro bando, otros intentan "convencer" a quien puedan de las bondades del proceso soberanista, a menudo mediante propaganda....pero, ¿puedes fiarte de un gobierno plagado de corrupción? ....en el lado opuesto, si alguien muy pesado quiere convencerte de algo....seguro que no puede ser muy bueno.