Daniel Pérez
Hoy día, mucha gente está muy dispuesta a juzgar a otros, en el tema de las personas perversas, psicópatas y narcisistas, esto es común.
Algunos pueden acusarme a mi de hacer eso mismo a través de mis artículos…en cierto modo tienen razón.
Pero lo que yo busco no es hacer del psicópata un enemigo, demonizar e esta gente o alimentar el odio contra ellos, de hecho, para mi es más un asunto de informar con palabras simples y reales, de forma que la gente sepa de la existencia de otra gente con actitudes e intenciones distintas….a mi, los psicópatas me parecen muy aburridos como seres individuales…no tengo gran interés en ellos, pero al igual, que no siento gran atracción por los grandes lagartos y serpientes, eso no impide que me guste conocer sus puntos débiles y fuertes, respetando su derecho a existir sin que se metan conmigo.
Mucha gente habla de lo mal que va el mundo, de los políticos, de los “asquerosos capitalistas” y de los manipuladores, algunos hablan de hacer una revolución.
Pero, por cierto que sea, sin negar el valor de sus proyectos (que son mucho mejor que la gente que se queja y no hace nada)…la verdadera revolución comienza por uno mismo, uno debe ser sincero y observar si tiene prejuicios, si tiene malos pensamientos, si tiene rencor….ahí comienza la revolución real, el resto es solo un engaño, un circo, un pasatiempo fanático.
Como he dicho en otro lado, cuidado con aquellos que se auto proclaman “buenas personas”….suelen ser justo lo contrario, qué necesidad hay de pregonar lo bueno que eres y lo malos que son otros?....desgraciadamente, no hay escasez de tontos que son engañados por palabras y supuestas organizaciones que quieren salvar el mundo o hacer justicia.
En muchos casos, hay algunos psicópatas enarbolando la bandera de la libertad (víboras con mucha labia y carisma). La psicopatía está en la derecha y la izquierda, en el poder y entre los revolucionarios.
No digamos ya cuando se forman asociaciones de damnificados…muchos de ellos, son auténticos núcleos de resentidos buscando a quien odiar y castigar.
Cuando unos cuantos psicópatas oportunistas lavan el cerebro a un gran rebaño de fanáticos, nos encontramos con casos como el "estado islámico".