APPS DE CITAS, TINDER Y LA TRÍADA OSCURA DE LA PERSONALIDAD
Por Daniel Pérez (imagen cortesía de adamkontor en pixabay).
A diferencia de lo que mucha gente piensa de estas aplicaciones, con la idea de que sólo sirven para conseguir citas y sexo, lo cierto es que muchas personas acaban encontrando parejas para relaciones largas.
La mayoría de hombres, simplemente se dedican a seleccionar a casi todas las mujeres que consideran atractivas, pero apenas reciben matches o coincidencias.
La mayoría de mujeres, son más selectivas y reciben mucha más atención.
Hasta aquí, ninguna novedad, básicamente, a diferencia de lo que mucha gente piensa, citas y sexo abundan, pero no tanto como se cree. Lo cierto es que las mujeres tienen mucho más sexo casual (a pesar de afirmen no buscarlo en sus perfiles), y sólo un pequeño grupo de hombres es el que tiene éxito.
Muchos de ese pequeño grupo, son hombres con rasgos de la tríada oscura, maquiavelismo, narcisismo y psicopatía, descontando a una minoría dentro de esa minoría de hombres muy atractivos e interesantes, con talento a la hora de seducir.
Entre las mujeres, aunque tras una fachada de modernidad, progresismo y feminismo, también están mujeres con rasgos de psicopatía, narcisismo y maquiavelismo.
Curiosamente, la mayoría de esas mujeres no buscan amor, romance o relaciones, sino, diversión, amistades, sexo y hombres a los que puedan utilizar de distintas maneras.
Es mayor el número de hombres normales que desean encontrar una pareja o tienen inclinaciones románticas. La mayoría de mujeres (aquí hablo de las que no son parte de la tríada oscura), no necesitan ni desean relaciones amorosas.
Para la mayoría de usuarios de Tinder y aplicaciones similares, no sólo se trata de conseguir citas, sino que se usan como modo de aumentar su autoestima y pasar el rato...ahí se acaba su utilidad.
Tras esta introducción, veamos lo que sugieren ciertos estudios y que considero cierto. Estas aplicaciones, para las personas con rasgos de la tríada oscura de la personalidad, proporcionan:
-Facilidad para seleccionar y contactar con sus objetivos
-Oportunidades para sexo casual y para relaciones sin compromiso ni vínculos afectivos
-Posibilidad de aventuras para casados / as
-Alimentar su narcicismo, estatus e inflar su ego
-Ocasiones para utilizar a personas que sirvan para sus intereses (compañía, apoyo económico o de otro tipo)
-Uso del engaño, jugando con los sentimientos de otros / as por pura diversión y sin ningún impedimento moral por ello
Dicho de otro modo, gran parte de hombres y mujeres que usan estas aplicaciones, son personas que no son lo que parecen y cuyas verdaderas intenciones no son demasiado edificantes:
-Egocéntricos
-Narcisistas (abiertos y encubiertos)
-Manipuladores y astutos
-Amorales y hedonistas (no es malo disfrutar de los placeres, pero sabiendo que hay otras cosas en la vida)
Los hombres con rasgos maquiavélicos y narcisistas pueden proyectar una primera impresión muy atractiva, además de su manejo de la imagen superficial, son atrevidos, seductores y engañosos. Muchas mujeres (sobre todo las que tienen un carácter más débil), consideran a estos sujetos los “chicos malos” o “machos alfa”...aunque en realidad, son simplemente tipos sin escrúpulos y bastante vulgares y simples.
De igual forma, las mujeres con rasgos maquiavélicos y psicopáticos, pueden mostrar una primera impresión atractiva, usando papeles como, “femme fatale”, “mujer liberada e independiente” y otras, el de “mujer atormentada por el pasado, con el corazón turbado”...pero que no tardan mucho en mostrar su verdadera cara a través de los hechos, siendo insensibles, interesadas y vulgares.
Naturalmente, también hay una gran parte de personas que juegan limpio y están buscando amor o relaciones sinceras, pero no estaría de más que tuviesen la dignidad, fortaleza y contundencia de no tolerar juegos ni actitudes incoherentes, por mucho que algunas están disfrazadas de ideologías degeneradas posmodernas.
Es precisamente, por lo que acabo de decir, que psicópatas, maquiavélicos y narcisistas se confunden con las personas “normales”, ya que éstas últimas siguen una ideología fruto de la ingeniería social que es en sí misma, psicopática.
