Muchas personas, debido sobre todo a la influencia del cine y las series de ficción, piensan que "Psicópata es sinónimo de asesino", lo cierto es que la mayoría de Psicópatas no son asesinos, algunos ni siquiera son violentos, aunque cuando el Psicópata es violento, puede ser extremadamente sádico, cruel e incorregible.
A partir de esta idea equivocada podemos ir a otra, la creencia errónea de que los sujetos más antisociales "están locos". La mayoría de asesinos que matan sin un provecho razonable son Psicópatas, y matan a sangre fría para conseguir algo o por el placer de sentirse vivos o fuertes, normalmente tras haber fantaseado mucho sobre ello. Saben lo que hacen y no son enfermos mentales.
Otra opinión común pero no menos falsa es la de que "los Psicópatas son muy inteligentes". Los Psicópatas son como todo el mundo, los hay más o menos inteligentes y cada uno con su propia idiosincrasia, sin embargo es más bien lo contrario, suelen ser bastante vulgares, superficiales e infantiles, solo que tienen en común con la mayoría de sujetos antisociales y manipuladores una gran astucia y "pillería" para engañar o mostrarse de la forma que les convenga ante ciertas personas.
"La Psicopatía se pasa con la edad". De nuevo esto es falso, estos personajillos, como el resto de gente pierden vigor al envejecer por lo cual puede que sus actos antisociales más espectaculares y excéntricos disminuyan, pero no su personalidad manipuladora, astuta, narcisista y egocéntrica.
"Estas personas son así por que sufrieron de niños". Falso, es indudable que el afecto y la educación recibidas en los primeros años de vida es muy importante para desarrollar vínculos afectivos y para aprender a demorar la gratificación inmediata, igualmente cierto es que el maltrato en la infancia tiene unas secuelas gravisimas. Pero la mayoría de personas que han pasado por esta amarga experiencia no se convierten en Psicópatas ni en maltratadores. Alerta, sin embargo, con los Psicópatas, que son especialistas en inventarse "historietas" sobre su pasado en las que fueron víctimas de cosas muy malas. Mediante estas mentiras buscan apelar a algo que ellos saben que siempre funciona con la buena gente: la compasión y la pena. También les sirve para justificar sus actos dañinos.
Daniel Pérez