Como hemos dicho en algún otro artículo, todavía hay mucha gente que se "traga" cualquier cosa con tal de que tenga buena presentación. Por ejemplo, está más que demostrado que las personas atractivas tienen muchas más posibilidades de encontrar trabajo o tener una vida social más rica.
Los psicópatas integrados lo saben muy, pero que muy bien...y en el caso de que no destaquen en inteligencia o belleza, usarán otras máscaras a las que el público en general les otorga cualidades positivas (aunque sin una justificación clara.)
¿Qué mejor disfraz que el de madre? el de mujer trabajadora, sufridora y mamá abnegada.
Hoy voy a hablar de una variedad de psicópata mujer (en otro artículo hablaré de su contraparte masculino) que llamaré: la mamá decente-víctima-mosquita muerta-vieja verde.
El apodo es un poco largo, pero sirve para ilustrar varias de sus características, como veremos a continuación y que están basadas en un caso semificticio.
Este tipo de mujer psicópata suele presentarse como una persona muy simpática y agradable a primera vista, aunque a posteriori (siempre es fácil ver las cosas con distancia y a "toro pasado") uno se da cuenta de que puede dar una impresión un poco falsa y superficial, de mujer "ligerita" en el mal sentido.
Al comienzo de entablar relación con ella, sorprenderá su desparpajo, es posible que se muestre provocadora o seductora, muy a menudo de forma inapropiada para la situación, pero hará que parezca ingenuidad o inocencia. Dirá que no puede evitar que los hombres se sientan atraídos por ella (en realidad, es al revés, utiliza el sexo continuamente para conseguir su atención.) Este narcisismo e histrionismo en realidad oculta una personalidad muy pobre e insulsa, una autoestima no tan grande como parece...
Por cierto, en mi experiencia, muchas mujeres normales si son capaces de "ver" que esta persona no es sincera, probablemente hay algo de cierto en la intuición femenina, o quizá, simplemente, muchas mujeres son más hábiles y perspicaces que la mayoría de hombres en las interacciones sociales (cuando ocurre esto la mujer psicopática mosquita-muerta seductora considerará a estas mujeres como "malas" o "harpías")
Si consigue que su objetivo pique el anzuelo, se mostrará como una persona maltratada por la vida, contando historias del pasado sobre su familia, exmarido, novios, etc..etc...en estas historias ella se describirá como una persona demasido sensible y sentimental, que se deja llevar por los sentimientos (en realidad, se deja llevar por los impulsos pasajeros, en ese sentido es infantil e inmadura). De esta forma consigue que su víctima establezca un vínculo afectivo y de confianza que le será muy útil en el futuro cuando quiera conseguir algo de ella.
Hasta aquí hemos descrito su faceta de "zorrita" o como algunas personas prefieren llamar a estas individuas: femme fatale, que suena mejor...
Por otro lado esta su papel de víctima o "mosquita muerta". Cabe decir que sus historias del pasado son bastante inverosímiles, pero por alguna razón, vienen rodeadas de un teatro y una habilidad de engaño tan grande que nos las creemos.
Una de sus principales bazas, en este caso concreto, es la máscara social de "mamá". Digo máscara porque en realidad, dependiendo del grado o gravedad de su personalidad psicopática, esta mujer puede o no querer nada o querer muy poco a sus hijos. Pero, tal como decíamos anteriormente, muchas personas asocian ciertas palabras o roles sociales a valores como la bondad, la dulzura o el sacrifico (por ejemplo, la palabra "madre")...naturalmente esto no siempre tiene que ser así.
Suele ocurrir que en un proceso de divorcio malmeta contra su expareja, utilizando para ello a sus hijos, en un terrible y asqueroso tipo de abuso psicológico conocido como SAP (Síndrome de Alienación Parental), que afecta tanto a su ex-cónyuge como a sus propios hijos. El objetivo es triple, hacerse la víctima, atacar a su ex y de paso quedarse la custodia y los beneficios adyacentes (disponer de casa y dinero)....y de paso arruinando la figura paterna en el desarrollo infantil, lo cual tiene repercusiones negativas, de nuevo, hacia sus niños. Una táctica empleada con frecuencia es acusar de malos tratos o de abusos sexuales, normalmente acompañándolo de una escena teatral.
Sin embargo, para suscitar pena, comprensión o apoyo cuando lo necesita, utilizará a sus hijos como excusa, a menudo entre lloros en los que explica que está muy preocupada por ellos o bien, que les tiene miedo porque la maltratan. Por ejemplo los llevará al psicólogo para que estén mejor, pero en privado los provocará con gritos, o bien, les dirá frases humillantes. Una de sus tácticas será el maltrato psíquico sutil, por ejemplo, ser cariñosa con ellos, y al cabo de horas o días, hacer comentarios hirientes sobre ellos, la táctica del "te quiero"...y después: "no vales para nada".
En la etiqueta de este tipo de psicópata he utilizado "vieja verde", recordando el caso de esta persona en particular que siempre salía con hombres de mucha menor edad, entre 10 y 20 años menos...y que además era promiscua (cosa habitual en psicópatas tanto mujeres como hombres), con una larga lista de relaciones fallidas.
Que conste que no entro en hacer valoraciones morales, ya que no soy ningún santo y todo el mundo tiene derecho a vivir como quiera sin dañar a nadie. Lo curioso/gracioso y esperpéntico del caso es que este tipo de persona se presenta como "santa", decente y le gusta criticar a otras mujeres pr la espalda, especialmente a las que envidia porque son mejores que ella en casi todo, no es raro que las llame "putas"...
Para comprender mejor el tipo de presión psicológica sutil que ejercen sobre sus hijos, nada mejor que una anécdota:
En ocasiones, y disfrutando de su "derecho a tener una vida" tal como afirmaba, sus hijos podían volver a casa de la escuela o de una rato de ocio y encontrarse con la visita de algún "amigo" de su madre.
Lo curioso del caso es que ella misma explicaba a sus amigos anécdotas muy "interesantes", por ejemplo, como había pillado a sus hijos escuchando detrás de la pared mientras ella estaba con un negro en la cama.
En esta anécdota podemos ver que incluso ella misma, la madre preocupada por sus hijos, no duda en reirse de ellos o criticarlos a sus espaldas.
Naturalmente, este tipo de estilo de crianza tiene consecuencias graves para los hijos, que van desde problemas psicológicos, agresividad, drogas, etc...
Otra consecuencia, es que la madre psicópata puede llegar a tener que vérselas con sus hijos cuando estos alcanzan más edad. A este respecto recuerdo una discusión monumental en la que el hijo mayor la empujó, gritó y acusó de haberle mordido y golpeado con una silla cuando era pequeño.
Dependerá de la red social, el temperamento, las habilidades y estilos de afrontamiento el que sus hijos puedan desarrollarse a pesar de la convivencia perniciosa con una madre psicologicamente anormal....recientemente ví una foto de uno de sus hijos, buenos chicos, y la verdad es que sentí pena por él, la madre psicopática es como un vampiro, nunca está satisfecha y acaba destruyendo a los suyos solo para sentirse viva.
Todas estas ocurrencias le dan más material a la psicópata del tipo mamá/ mosquita -muerta para dar pena y para involucrar a más gente que sinceramente quiere ayudar en su causa y en su bando.
Para acabar este artículo, el caso del que he sacado los ejemplos, seguramente es el de una psicópata moderada o no muy grave, que aún retiene algunos lazos afectivos con sus seres queridos (aunque no muy fuertes). Al final, el sufrimiento es de todas las partes: padres, hijos, parejas, etc.. porqué por desgracia, y a no ser que ocurra un milagro, estos sujetos no aprenden apenas nada de las experiencias pasadas... es en el fondo una vida triste y patética.
Este tipo de persona está sola y siempre lo estará, aún rodeada de gente. Su motivación básica es el control y la dominación, lo cual en este caso particular, incluye a su familia, sin el caos emocional que genera en casa, ella no se siente viva, podríamos definirla como una vampiro emocional o como una dictadura de "andar por casa". Por suerte, el ser humano sano, tiene una necesidad vital, incluso espiritual, de desarrollarse en libertad...y es esta maravillosa cualidad la que hará que luche por ella.
Daniel Pérez