Los Psicópatas cotidianos van dando pistas continuamente sobre su verdadera forma de ser , que como ya hemos dicho repetidas veces, ocultan tras una máscara de normalidad o de "buena persona". Lo que ocurre es que solemos pensar que esas pistas son solo pequeños defectos como los que tiene todo el mundo, no nos paramos a pensar que son reflejos de su auténtica personalidad.
Así es probable que te encuentres con una persona que siempre está hablando o alardeando de su sabiduría, pero no acabas de creer que sepa realmente de lo que habla más allá de la superficie. A veces, hablan de "oídas" , hablan de cosas que o no conocen a fondo o bien no han sentido ni experimentado nunca....y la verdad, es que la mayoría hablan, hablan y hablan...y no se les acaba la cuerda.
Es cierto que en algunos casos hay que reconocerles un encanto especial que permite que sus oyentes se interesen por ellos, a pesar de que objetivamente, no están explicando nada de interés, si no solo sus historietas.....porque esta es otra de sus características: yo, yo y yo.
Por otro lado, y salvando las diferencias de inteligencia, educación y clase social, los/las Psicópatas tienen un sentido del humor infantil (bien podríamos decir que carecen de sentido del humor genuíno). A menudo los chistes absurdos, la carcajada chabacana y el reirse de los demás es todo lo que se entiende por sentido del humor psicopático.
De nuevo, igual que en el rasgo que mencionaba anteriormente, son muy hábiles (y el resto de nosotros demasiado inocentes) para hacerlo pasar por una especie de "ingenuidad encantadora", declarándose personas muy sociables, inocentes y sin maldad....cuando es justo lo contrario.
Pero ¡ojo!, estas personas no aceptan bromas a su costa, en otras palabras, siempre se pueden reir de la desgracia ajena, pero hasta la broma más inocente y suave hecha sobre ellos desencadenará una respuesta hostil, de desprecio, odio o venganza.
Por su propia forma de ser (bien podríamos preguntarnos si la Psicopatía tras su sentido de autoimportancia no esconde un complejo de inferioridad), estas personas no admiten bromas que les dejen en mal lugar, pero siempre están dispuestos a humillar a otros, cosa que les hace sentir bien.
De ahí el título de este artículo, estas personas son infantiles en sus interacciones sociales, caprichosos, se ofenden facilmente y suelen hacer gala de una falta de sensibilidad sorprendente con los demás. Piensan que son más importantes que el resto y que los demás deben tratarles de forma especial....
Finalmente, por todo lo explicado, cuando les dejas en evidencia, muestras contradicciones, los ridiculizas o los haces pasar por lo que son, tontos, malcriados, cutres o ignorantes......o mejor aún, cuando no les haces caso, tratándolos como insignificantes o inútiles, no pueden evitar sentir una ira descomunal (ya que saben, en el fondo, que alguien está viendo lo que realmente son).
Daniel Pérez
Daniel Pérez