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domingo, 8 de abril de 2012

SUPERFICIALIDAD Y POBREZA ESPIRITUAL DEL PSICÓPATA



Estas personas son espiritualmente pobres, en lenguaje Budista, por ejemplo, tienen "raíces pobres", carecen de introspección, son incapaces de ver dentro de ellos mismos. Parece que todo lo que hacen o les pasa es causado por las circunstancias externas....como si ellos no tuvieran ninguna responsabilidad en lo que sucede.

Si esta forma de ser está causado por factores biológicos, ambientales o todo junto...o en términos espirituales, por un mal karma....o simplemente por un factor que hoy día está mal visto nombrar, -la maldad- el caso es el mismo.
Son incapaces de arrepentirse sinceramente, con el dolor psicológico normal, por el daño que han causado. Si alguna vez se arrepienten, es solo de palabra y a veces, acto, pero sin la conmoción interna y el sentimiento real detrás.

Es preciso recordar que por pobreza espiritual del Psicópata me refiero a lo siguiente:
-Incapacidad para sentir unidad trascendental debido a un egocentrismo recalcitrante.
-Falta de inquietud por conocer los misterios de la vida, la muerte, el cosmos.
-Falta total de voluntad y disciplina para observar sus defectos, aceptar responsabilidades y cambiar su forma de ser.

No me refiero a las costumbres externas, tales como ir a la iglesia, o hacer demostraciones piadosas o religiosas- cosas que los/las Psicópatas hacen de cara a la galería, ya que son hipócritas naturales.
Los Psicópatas integrados bien pueden ser religiosos, hasta gurus espirituales, por ejemplo, líderes de sectas, o sanadores milagrosos. De hecho, algunos pueden dar discursos sobre moralidad y consejos a los demás, pero en realidad ellos mismos no tienen ni idea más alla de las palabras.

Todo el mundo lleva una máscara de buena persona, pero en los niveles altos del cultivo espiritual, no hay donde esconderse. Hay que soltar el apego egocéntrico a uno mismo para ser más puro y libre cada vez.
Todos tenemos culpas, cosas feas, pensamientos impuros que nos averguenzan en algún momento. Si una persona no siente ninguna verguenza por sus rasgos más desagradables, ¿cómo podrá librarse de su peso y alcanzar paz de espíritu?

Los Psicópatas, especialmente los integrados entre nosotros, ya sea su mujer, compañero de trabajo, madre, hijo o vecino, utilizan unas armas que utilizamos todos en cierta medida (solo que ellos lo utilizan siempre y en mayor grado): juzgan a los demás, se creen más importantes que los demás y echan la culpa a los demás, nunca reconocen sus faltas, son envidiosos y codiciosos, se consideran víctimas y estas actitudes y formas de pensar les llevan continuamente a entrar en conflicto con los demás. Tienen los rasgos más despreciables de las personas.

Estas personas, como venimos repitiendo, son normales, no enfermas mentales, pueden practicar distintos tipos de meditación y ejercicios de desarrollo interior, artes marciales, zen, chikung, etc... e incluso si tienen gusto por ello, pueden progresar. Pero NUNCA alcanzan los niveles más elevados - digamos que su propia idiosincrasia lo impide - ya que de lo contrario, seguramente estarían "curados" de su Psicopatía, o dicho de otra forma, se habrían convertido en buenas personas. A menudo, antes de alcanzar niveles altos de desarrollo interior, se acaban aburriendo. Parece ser como si fueran incapaces de experimentar los gozos sutiles y la plenitud. Necesitan la excitación, los deseos más bajos, el riesgo y la diversión que les hace sobrellevar mejor su vida vacía. Les interesa más sentirse poderosos y los beneficios mundanos de la meditación o el cultivo espiritual. No parecen entender - incluso sujetos inteligentes - los aspectos más profundos de la práctica. Son estúpidos y superficiales en ese aspecto, por mucho que sean normales en inteligencia.

Daniel Pérez

miércoles, 4 de abril de 2012

LA MENTIRA DEL PSICÓPATA



La Mentira del Psicópata.
 
El Psicópata miente de forma premeditada, instrumental y fría, como parte de su estrategia.
No son las mentiras patológicas de ciertas personas que deliran o se inventan situaciones increíbles y que, normalmente, son conocidos por ser embusteros entre sus conocidos.
Tampoco hablamos de las mentiras piadosas o cómodas que todos alguna vez hemos dicho.
Por otro lado, como muy bien indica el Psiquiatra H. Marietán, el Psicópata no siente ninguna incomodidad o culpa, por más leve que sea, cuando miente....y eso es una de las grandes diferencias entre su forma de ser y la de la mayoría de las personas. Puede engañar de forma tan serena y casual que sus víctimas llegan a dudar de la verdad y acaban en un estado de confusión e inseguridad constante.
El Psicópata es capaz de engañar a cualquiera, si piensa que hay alguien que no puede ser engañado, la verdad es que es usted un ingenuo.
El Psicópata es un buen actor, miente con todo el cuerpo, miente con naturalidad, mirando a los ojos (de nuevo malas noticias para aquellos inocentes que creen que se puede conocer la sinceridad o las intenciones de una persona mirándole a los ojos). Es muy perceptivo, en las relaciones de pareja, hará el papel que más convenga, llorar, fingir ternura, etc... toda una mascarada que seguirá usando mientras le convenga para conseguir sus objetivos....una vez, conseguidos o quizá, una vez que se ha aburrido o la víctima ya está despertando, el Psicópata simplemente la abandorá con total frialdad.

Muchas personas sienten cierta fascinación por ellos/as, cabría preguntarse si en realidad, lo que les fascina, aunque en ese momento no sean conscientes de ello, es que están relacionándose con alguien al que no conocen.

El Psicópata sabe muy bien que puede sacar de su víctima. En la convivencia diaria, con mucha cara pero sobre todo de forma muy sutil, se aprovecha de todo lo que su pareja le pueda ofrecer, muy a menudo de forma solapada y bajo una sonrisa. También puede actuar entre las personas del entorno de su víctima, generando dudas, discordias, calumniando y sembrando enemistades.
El dolor que causen sus mentiras y actitudes a los demás no le importa, ya que el Psicópata es profundamente frío, cruel y carente de empatía. Al contrario, le encanta hacer sentir culpables a los demás por dudar de él, sentimiento de culpa que él desconoce.

El Psicópata es un autómata disfrazado de buena persona.

Además, el Psicópata no siente ninguna verguenza cuando se le descubre en una gran mentira, le basta con negarla, o añadir más mentiras o simplemente, echar la culpa a quien le acusa.
Algunos de ellos pueden hacer de una farsa una profesión, llevando a cabo fraudes sorprendentes, por ejemplo, ejercer de médicos sin serlo durante años o presentarse como expertos científicos, etc... en este caso hablamos de Psicópatas con un mayor grado de caradura.
Otros, pueden llevar una doble vida, por ejemplo, criminal en su tiempo libre y amable vecino y padre de familia de cara a la comunidad (en este caso, la vida real es la primera, la segunda es solo una tapadera).

Personalmente, aún me sorprende que en la era de la información, exista mucha gente que cree que un sujeto así miente o abusa de los demás porque está "enfermo", o bien, porque se está defendiendo de algún tipo de ataque. Aunque todas las opiniones son respetables, creo, que todas estas teorías son facilmente refutables.
Por ejemplo, y hablando desde la experiencia directa de haber convivido con una Psicópata integrada:

-Si el Psicópata fuera un enfermo mental, o al menos un mentiroso patológico o mitómano, incapaz de saber que sus actos dañan a los demás, entonces tampoco se preocuparía tanto de mantener una buena imagen de cara a los otros ni se sentiría tan ofendido cuando lo tratan mal o le mienten a él/ella.
Dicho de otro modo, saben perfectamente lo que hacen...y la verdad, no les gusta que nadie les trate como ellos tratan a los demás. Cuando mienten es porque les conviene, cuando maltratan es porque les gusta, saben muy bien que lo que hacen está mal visto y lo ocultan tras un disfraz. Saben que lo que hacen puede causar mucho dolor a otros pero no les importa ni sufren por ello.
Para mi, estas tres características:
1-Abusar, mentir, aprovecharse de los demás de forma calculada, fría y bien premeditada.
2-Utilizar una máscara, disfraz social, por ejemplo, de buena madre, esposa maltratada, hombre sin suerte, seductor romántico, etc...
3- Y el hecho de que no soportan que se les trate mal, son pruebas más que suficientes de que estamos ante una persona cuerda y libre, una persona cuya gran mentira es mostrarse como una buena persona, cuando en realidad, utilizando términos poco académicos, estamos ante una PUTA (en el sentido de mala persona, no en el de prostituta, que son tan respetables como cualquiera) o un CABRÓN.

Finalmente, y para no dejar un sabor amargo a este artículo, lo cierto, es que el Psicópata repetirá una y otra vez sus errores y tarde o temprano, las mentiras acaban fracasando, por lo que tendrá que buscar a otro pardillo/a con los que comenzar de nuevo. El Psicópata está solo y siempre lo estará, por mucho que tenga conocidos y compañeros.
Una vez desenmascarados, se derrumban como un castillo de naipes antes nosotros
asistimos incrédulos a la visión de un ser inútil que siempre ha estado oculto ante nuestros ojos, a la luz del día, bajo un disfraz de persona simpática, pero que no podiamos ver hasta ahora.
El Psicópata, aunque parece que va dejando un reguero de damnificados y que se ríe de todo el mundo, está condenado al fracaso en su vida, que por otro lado, él mismo se busca.
 
 

Daniel Pérez
 
 

lunes, 2 de abril de 2012

PSICÓPATAS CRIMINALES VS PSICÓPATAS INTEGRADOS


¿Cuál es la diferencia principal entre los Psicópatas criminales y los Psicópatas adaptados a la sociedad que no acaban en prisión?

La respuesta es muy sencilla. Los primeros cometen delitos graves, los segundos, no.

Veamos, cuáles son las características principales del Psicópata criminal. Son delicuentes multireincidentes, incorregibles, versátiles. Sus delitos son de lo más variado, dependiendo de sus capacidades y su ambiente social. Desde matones, traficantes de droga, mafiosos y delincuentes comunes...pasando por impostores, estafadores, ladrones de guante blanco y artistas del fraude...hasta asesinos a sueldo, y en casos extremos, violadores y asesinos en serie (por cierto, en estos dos últimos casos, la Psicopatía está presente aproximadamente en el 50% y 90% de los sujetos respectivamente. ).

Se estima que quizá el 15% de la población carcelaria son Psicópatas, teniendo en cuenta que quizá el 2 o 3% de la población en España tiene una personalidad psicopática en mayor o menor grado (haciendo una estimación conservadora, en mi opinión), se observa que estas personas por su propia manera de ser, tienen muchas más posibilidades de acabar cometiendo algún delito punible.

Esta característica no debe extrañarnos, ya que parte de su forma de ser involucra una falta de preocupación insólita por los demás y un gusto especial por pisotear los derechos ajenos...sin sentir ningún cargo de conciencia por ello.

Vale la pena destacar que el diagnóstico de TAP, Trastorno Antisocial de la Personalidad, que muchos equiparan a la Psicopatía, es un constructo distinto. Mientras que en la Psicopatía, los rasgos cruciales del síndrome son de tipo afectivo (insensibilidad, narcisismo, pobreza emocional, etc...), en el TAP pesan más los rasgo conductuales (hostilidad, impulsividad, conductas antisociales, etc...). De hecho, quizá el 40% de la población reclusa cumple los criterios diagnósticos del TAP, pero no todos son Psicópatas, ya que algunos delincientes muy violentos, pueden aún retener sentimientos de lealtad hacia sus colegas, principios de honor propios de su submundo criminal, sentimientos de culpa o incluso vínculos afectivos por alguna persona. Esto no sucede en el Psicópata (sea criminal o no), que no tiene valores ni vínculos con nadie, mucho menos sufre ningún tipo de pesar por los demás.

¿Qué es lo que hace que algunos cometan delitos y otros no?

Hay varias explicaciones. Muchos Psicópatas quizá no entren en problemas graves con la ley, pero no por ello dejan de hacer la vida difícil a los demás, pero eso si, se las arreglan para no entrar en contacto con la ley, o bien para operar en el límite, en la zona gris entre lo legal e ilegal.
Algunos llevan una doble vida, una fachada externa de ciudadanos/as respetuosos y honrados, y una vida oculta, que solo ven unos pocos, en la que dan rienda suelta a sus inclinaciones.
Si alguna vez se deciden a cometer un delito o agresión grave, lo hacen de forma premeditada, con total conocimiento y a sangre fría...
Un buen porcentaje, se encuentran en la clase empresarial, política, etc...lo que les permite disfrutar de bastante impunidad.

Pero quizá tres razones cruciales sean las siguientes:
-La Psicopatía es una cuestión de grado, los hay "más o menos" Psicópatas.
-La influencia de la educación y el ambiente social.
-Y el más importante: El Psicópata integrado tiene mayor capacidad de controlar sus impulsos y sus actos, es más hábil engañando a su entorno y puede manipular a los demás de forma más efectiva.

Repetimos, tanto el Psicópata criminal como el integrado entre nosotros (muchisimo más numeroso) tienen los mismos rasgos centrales: falta de empatía, egocentrismo, insensibilidad y narcisismo.

 
Para finalizar, añado unas palabras de la psicóloga Concepción Aroca que definen de forma magistral al Psicópata tanto criminal como integrado:

El psicópata cree estar por encima del resto de las personas. "Sólo las utiliza si necesita algo de ellas y cuando no lo encuentra pierde incluso la conciencia de que esas personas existen".
La psicopatía, afirma esta psicóloga, "es el más grave de los trastornos de personalidad y el que más cuesta de admitir porque duele aceptar que un ser humano pueda hacer tanto daño sin padecer ninguna enfermedad mental". El psicópata, al contrario de lo que ocurre con los esquizofrénicos o psicóticos "diferencia el bien del mal, lo real de lo irreal y no tiene alucinaciones ni trastornos psicopatológicos que le alejen de la realidad. Sabe lo que hace y es plenamente consciente de ello"


Daniel Pérez