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miércoles, 28 de septiembre de 2011

HISTORIA DEL CONCEPTO DE PSICOPATÍA




Ya en 1809 el psiquiatra francés Philipe Pinel acuñó el término manie sans délire (manía sin delirio) para describir un trastorno mental de
naturaleza básicamente emocional, caracterizado por la ausencia completa de restricciones en la conducta y por una falta de remordimientos.
En 1835 en Inglaterra, el psiquiatra JAMES C. PRICHARD (1835) introdujo el concepto de moral insanity (locura moral) para referirse a la alteración mórbida de los sentimientos e impulsos naturales sin un deterioro intelectual o de razonamiento, destacando sobre todo la ausencia de ilusiones o alucinaciones.
La locura moral aparece así como una variedad distinta a otras patologías mentales, caracterizada fundamentalmente por la antisocialidad.

Uno de los discípulos del prestigioso psiquiatra alemán KRAEPELIN, el también psiquiatra KURT SCHNEIDER (1923) describió las personalidades psicopáticas como aquellas personalidades anormales que sufren por su anormalidad, o cuya anormalidad causa sufrimiento a la sociedad. Destacó que este tipo de individuos se caracterizan por una vida emocional poco intensa, y carecen de vergüenza, decencia, remordimiento y conciencia. También señaló que estos individuos son descorteses, fríos e irritables, y muy violentos cuando cometen crímenes; conocen y entienden el código moral social, pero son indiferentes hacia él. Además, este autor propuso la existencia de diez subtipos de psicópatas, caracterizando y designando a cada uno de ellos según sus rasgos más prominentes; es ostensible el paralelismo existente entre estos diez subtipos de psicópatas y los diez tipos de trastornos de la personalidad actual amparados por la APA (Los trastornos de la personalidad oficiales en la actualidad según el manual de la Asociación Psiquiátrica Americana).

Los dos grandes definidores del concepto de la psicopatía fueron, por un lado, el psiquiatra norteamericano HERVEY CLECKLEY que se ha convertido en el
principal referente para los estudiosos de la psicopatía. En su ya clásica monografía The Mask of Sanity (La Máscara de la Cordura), publicada por primera vez en 1941, CLECKLEY realizó la primera descripción comprehensiva del psicópata prototípico, intentando clarificar el problema de las terminologías y contrarrestar
la tendencia a incluir bajo el rótulo de psicopatía trastornos muy diferentes. Sus psicópatas “clínicos” lo eran porque recibía a estos sujetos en su propia clínica psiquiátrica, donde desempeñaba su profesión.
A diferencia de otras posturas anteriores, CLECKLEY (1976) consideraba que la psicopatía es un trastorno grave -más peligroso incluso que la psicosis- debido a su apariencia externa de normalidad. En su opinión, el comportamiento antisocial de los psicópatas es sólo una de las posibles manifestaciones de un síndrome clínico
más amplio, cuyo núcleo está representado por una serie de características distintivas a nivel emocional e interpersonal. Así, CLECKLEY describió al psicópata como un individuo de trato social aparentemente agradable pero altamente asocial, agresivo e impulsivo; superficial emocionalmente; incapaz de sentir culpa y de
aprender de la experiencia, así como de establecer lazos de afecto duradero con otras personas. Asimismo, este autor acentuó la extraordinaria habilidad del psicópata para mentir y manipular a los demás cuando da explicaciones sobre su conducta pasada o cuando formula propósitos acerca de su conducta futura.

El doctor ROBERT D. HARE, director del HARE’s Lab (Laboratorio HARE) y profesor emérito de Psicofisiología y Cerebro en la Facultad de Psicología de la Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), es uno de los expertos más destacados a nivel internacional en el estudio de la psicopatía, no sólo por haber creado un
instrumento fiable y válido para evaluar la psicopatía en contextos penitenciarios, sino también por la gran cantidad de evidencia empírica que ha aportado a través de un innumerable conjunto de investigaciones en torno a este tema.
La definición del psicópata de HARE, que retoma las características señaladas por CLECKLEY, corresponde a un individuo locuaz, arrogante, insensible, dominante, superficial, egocéntrico, falso y manipulador.

Según HARE (1999a), los psicópatas utilizan el encanto, la manipulación, el engaño, la intimidación y la violencia para controlar a otros y satisfacer sus propias necesidades egoístas; carecen de conciencia y de sentimientos hacia los demás, con sangre fría cogen lo que quieren y hacen lo que les apetece, violando las
normas sociales y expectativas sociales sin, el más leve remordimiento ni sentimientos de culpa o vergüenza. En este sentido, lo que destaca en el psicópata es la ausencia de las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad. Así, se puede afirmar que los psicópatas carecen notoriamente de empatía en
las relaciones interpersonales, es decir, son incapaces de comprender el estado emocional de otras personas, fallando entonces en la actitud de entendimiento y aceptación del otro, cualidades que actuarían como amortiguadores de la crueldad. No conocen la lealtad con nadie, sea con individuos, grupos o instituciones, ya
que sólo se mueven por su propio interés. La necesidad de estímulo los lleva a correr grandes riesgos de forma no planificada e irresponsable, sin importarles las consecuencias dañinas de su conducta sobre otras personas.
Todo esto configura un estilo de vida caracterizado por la impulsividad, el nomadismo, la inestabilidad, el oportunismo y la irresponsabilidad.


Daniel Pérez